Contar una historia es un recurso que puede ser muy útil en varias situaciones. Encontrarás en este post algunas de ellas a modo de ejemplo, aunque esta lista no es exhaustiva:
Para enganchar a la audiencia: El inicio de un pitch o presentación es crucial y es prácticamente tu única oportunidad de captar la atención de tu audiencia. Contar una historia o una experiencia (corta) con la que puedan identificarse los oyentes o que les llame la atención es un gran recurso para conseguir su atención. Puede ser una experiencia propia como usuario del producto/servicio o con un cliente, una metáfora de lo que quieres exponer a continuación, una historia de éxito de otro sector, etc. No importa lo que elijas contar, lo importante es que llame la atención y sirva de introducción para lo que sigue. En este caso, no necesariamente tendrá que tener todos los elementos de la estructura narrativa. Al tratarse de una historia corta, puedes obviar o adaptar los elementos de tu historia para que sea breve sin dejar de ser impactante o generar interés. Para contar casos de uso: Contar casos de uso a través de historias es una forma eficiente de asegurarte que todos tus oyentes entiendan y tengan claro todos los elementos de tu propuesta de valor y de la experiencia del cliente. Te permite contar una historia abarcando el antes, el durante y el después de la experiencia de tu cliente/usuario con tu producto o servicio en un determinado contexto. En este caso, sin alargar la historia, intenta que contenga todos los elementos que quieres que entienda tu audiencia para ayudarles a ver el valor que aportas (problema, solución, resultado). Para estructurar tu presentación como una historia: Haciendo el guión de tu presentación o pitch en forma de historia, te permite darle un toque diferente y sobretodo un hilo conductor a tu exposición. Puedes iniciar tu pitch contando la situación inicial y los problemas que resuelves y a medida que vas exponiendo el producto/servicio, las soluciones y el resultado obtenido, seguir con la historia por ejemplo de tu cliente. Si lo haces bien, los oyentes tendrán interés en saber el final de tu historia y por tanto seguirán tu presentación con atención de principio a fin. En esos 3 casos, si vas a usar soporte visual, elige bien y asegúrate de que sea solamente el imprescindible y no distraiga la atención de tus oyentes de la historia. Puedes utilizar imágenes o por ejemplo si eliges contar un caso de uso, un prototipo de tu producto/servicio es una gran herramienta.
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