Este mes hemos visto unos cuantos tips para hacer un prototipo y hoy te los resumimos en este artículo para que los tengas todos a mano. Pincha en los títulos para ver el artículo que te interesa.
1. ¿Qué es un prototipo? Un prototipo es "cualquier cosa que permita hacer una demostración física y tangible del proyecto que nos ocupa". Es decir, lo que sea que permita que los demás vean y toquen lo que será el producto/servicio que proponemos, sea una aplicación, un objeto, un servicio, ... Hacer un prototipo forma parte del proceso de innovación y nos permite construir y dar forma a la idea con un equipo y para comunicar de una manera clara, eficiente y sobre todo tangible nuestra propuesta de valor a inversores, clientes y partners. 2. Un prototipo no es lo que piensas Es fundamental que recuerdes la función del prototipo: dar a tus clientes una representación tangible de la experiencia que van a tener cuando utilicen tu producto/servicio. Partiendo de esa base, un prototipo puede ser básicamente cualquier cosa que cumpla esa función y que te permita descubrir el potencial de tu idea y el interés que despierta en los clientes. 3. Antes de hacer el prototipo: Antes de hacer un prototipo de tu idea, tienes que asegurarte de tener la propuesta de valor de tu idea bien definida, es decir tener claro lo que ofreces a tus clientes y por qué crea valor para ellos. 4. ¿Qué tiene que tener tu prototipo? Un prototipo debería ser un elemento visual, sencillo, que se pueda "tocar", tener las funcionalidades básicas de tu idea e incluir casos de uso. Lo más importante es que te tiene que ayudar a obtener feedback sobre tu idea y a validar (o desechar) hipótesis. 5. Herramientas para hacer un prototipo A la hora de construir tu prototipo, es importante elegir la forma en la que vas a hacerlo y que se adapte mejor al objetivo que persigues. No es lo mismo enseñar un esbozo de tu idea a enseñar un prototipo fiel al resultado final en términos de diseño y funcionalidades. También depende del tiempo del que dispongas, del esfuerzo que quieras hacer para construirlo y de tus conocimientos. Afortunadamente, hay herramientas para todos los gustos. 6. Consigue feedback y añade valor Una vez construido el prototipo de tu idea, el siguiente paso es enseñarlo para recibir feedback y de esa manera conseguir mejorar/modificar tu idea para darle más valor. Es fundamental sacar nuestro prototipo a la luz y enseñárselo a potenciales clientes e inversores para comprobar si realmente necesitan lo que estamos ofreciendo, si con nuestra solución se soluciona su problema y si nos lo comprarían. ¿Cómo enseñar tu prototipo? Una vez creado tu prototipo, tienes que enseñarlo. A quién, dónde y cómo dependerá de la naturaleza de tu prototipo, del tipo de feedback que estás buscando y de la fase en la que se encuentra tu idea. Últimos consejos Recuerda que crear un prototipo es un paso vital si lo que pretendes es desarrollar una idea innovadora que tenga sentido y te permita crear valor. La fase de prototipado e iteraciones en base al feedback recibido debería ocupar gran parte de tu esfuerzo en el proceso de desarrollo de tu idea. Si lo haces a conciencia te ayudará a preparar la siguiente fase del proceso de innovación, la ejecución (fase crítica donde el 95% de las ideas fracasan). Nuestro consejo es que, una vez definida la propuesta de valor, hagas (solo o con tu equipo) un prototipo de tu idea y se lo enseñes al mayor número de personas posibles para conseguir feedback (recuerda hacer preguntas para obtener un feedback que te sirva para seguir construyendo) y que en cuanto tengas un prototipo con una propuesta de valor "comprable" lances tu producto o servicio con unos clientes "beta". No esperes a tener una solución sofisticada y perfecta, lo que distingue a los innovadores es su gran capacidad de adaptación e iteración de las soluciones en función del mercado y las tendencias. El proceso debe ser rápido, céntrate en las partes que aportan valor y no te pierdas en detalles insignificantes. Si encuentras algún obstáculo, busca una solución distinta e fíjate en los que hayan resuelto problemas similares (suelen ser una buena fuente de inspiración). Y por último, no te empeñes en desarrollar una idea que no funciona. Si ves que la propuesta de valor no obtiene el feedback que esperabas, no tengas miedo a replantear/modificar tu propuesta de valor o tu solución y a volver a empezar. Cuanto antes lo hagas, menos tiempo perderás en una idea que no te va a comprar nadie. Contacta con nosotros si tienes dudas o quieres formarte en la generación de prototipos en [email protected]
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